martes, 12 de noviembre de 2013

Vida

Todos hemos tenido una historia de vida diferente, única, que hemos disfrutado, llorado, reído y amado.

A pesar de ser algo notorio, no todos tenemos la oportunidad de sentarnos a pensar en que esta historia de vida es lo que nos hace ser lo que somos en el presente, no volteamos a darle las gracias, a amarla.

En lo particular creo que esto es porque tratamos de olvidar todo aquello que nos ha lastimado y nos ha hecho llorar, aquello que nos ha dolido en lo más profundo, cosas que hemos llegado a desear que no pasaran, personas que "habría sido mejor no conocer"o al contrario, otras que nos lastiman porque se fueron a donde algún día les alcanzaremos, pero por ahora sufrimos por no estar con ellos.

Es genial dar la vuelta y solo recordar lo bueno de la vida, o no?

Aquello que nos hizo reír hasta llorar, aquello que nos lleno el corazón con un sentimiento enorme!

Curioso que solo queramos recordar lo bueno, he leído mucho en facebook que a varias personas les gustaría borrar aquello que les duele, olvidar y creen que de esa forma, sanar las viejas heridas.

Teniendo la gran oportunidad de ser entes capaces de recordar cosas, de sentir (o "resentir" como aquel primer beso, que llegando a casa aún te hacía sentir mariposas en el estómago), intentamos olvidar.

Hay momentos que marcan nuestra vida, sucesos doloroso, seguramente la mayoría pensaría en rompimientos amorosos pero no solo eso, sino cosas como la muerte de alguien o el simple hecho de un accidente que marcara una diferencia, en mi caso, esto último, aquel accidente que marco mi vida desde los 4 años (si que pequeña no?).

Durante estos 20, casi 21 años, había tratado de hacerme ver que las cosas pasan por algo y no importaba con tal de seguir, "a mi no me paso nada que cualquier otro no pudiera soportar", "yo no tengo nada en particular que pueda marcar más la vida de los otros".

Esos comentarios hechos a otras personas como "Bueno y porque no lo haces? digo, tu estás bien no entiendo porque no intentarlo" esbozando una sonrisa, evitaban que se notara que en el interior tenían ese tinte de envidia a una vida plena, sin limitaciones, sin necesidad de explicar en los lugares "Es que no puedo usar zapatillas" o "Preferiría usar solo pantalón, las faldas me incomodan".  El voltear a ver a otras personas y pensar "que genial sería si pudiera hacer eso", pensamientos y comentarios que de cierta forma, desde pequeña, me hicieron ser fuerte y evitar el dolor públicamente.

Estos años he evitado algunos temas relacionados a mi, a mi vida, a mi niñez.

El evitarlos me hacia sentir "segura" de lo que había a mi alrededor, sentía que podía tener el control de lo que las demás personas pensaran sobre mi, sobre mi físico, sobre mi vida.

Tenía la idea de que mientras estuviera para los demás no importaba si mi yo estaba destrozada, porque así no estaría sola, no importaba cuanto debía inclinar la cabeza si la otra persona me decía "Es que eres mi amiga" cuando se acercaban a pedirme un consejo, aunque en ocasiones nadie se diera cuenta de que la que necesitaba un consejo y una mano era yo, pero eso no importaba porque yo tenía que estar para todos, sin importar otra cosa.

Y si de cirugías se trataba, solo pretendía hacer ver a los demás que todas aquellas que tuve no fueron la gran cosa, tantas mayores, menores o aquella experimental, solo eran cosas comunes sin importancia.

Así fue y es mi vida, con tantos matices, miedos y dolor.

Pero he tenido la oportunidad de verla de otra forma, de percatarme que el voltear para atrás, es para tomar impulso.

Es verdad, he tenido una vida muy difícil, dolorosa, pero nunca me tiré a perderme de lo que ha pasado, a solo lamentar lo malo que me sucede para que otros se "compadezcan" de mi, a perder el sentido de la vida en un minuto.


A esta altura, he aprendido a amar mi pasado, a respetarlo y a sanarlo.

Fue muy difícil ver que mi niñez fue dividida, entre aquella niña que lucho para salir adelante de la mano de quienes estuvieran con ella y aquella pequeña tan lastimada que sentía dolor por todo lo que la tocaba, que sentía miedo y rabia de las cosas que pasaban. 

Pero fue genial ir restaurando esa infancia.

Si, disfrutar de aquello que amo, de aquellos que amo y admiro sin la necesidad de bajar la cabeza, porque acepté mi dolor y le di el respeto que merece, le solté la mano y me he aferrado a aquello que me hace fuerte, mi pasado.

Es ahora, el momento de dar con toda confianza la luz que tengo, porque es lo que realmente soy, una persona que aprendió mucho en el camino, una persona que tiene la confianza de hacer las cosas, una persona llena de amor y rodeada de otras personas que la aman (como mi esposo, mis padres, mis hermanos, tanto el de sangre como aquellos que nacieron en otra casa y amigos). 

Es por eso que la vida es un gran maestro, tiene una gran aula y te da a los compañeros que necesitas, pero no solo eso, sino que te brinda las oportunidades de hacer prácticas de campo para que aprendas las cosas.

Creo firmemente que el motivo por el que estamos en este lugar, por el que puedes leer esto, es porque tal vez tenga algo que darte, aunque sea una cosa microscópica, un granito de arena en una playa enorme, como el que te da cada persona con la que convives a diario.

Y eso es, que veas a tu pasado, que te sientes un momento a solas y disfrutes de lo bueno que tuviste, que aprendas de lo malo, pero no de una forma superficial y simple como decir "A si, por eso soy así", sino sentirlo, que de verdad sepas que eso tan doloroso, penoso y hasta raro, es lo que te hace ser lo que hoy presentas al mundo.

"Recuerda que no hay ese "algo para borrar el pasado", pero si existe este "TU" para aprovecharlo al máximo"

Este tiempo ha sido una gran enseñanza para mi, me siento feliz conmigo misma (soy sincera aún creo que estoy gorda jajaja, aún creo que no he aprendido a amarme lo suficiente), con mi pasado he estado haciendo las pases, ha sido difícil y he necesitado ayuda, pero ha mejorado mi relación con aquella pequeña niña que viven en mi, he aprendido a ver todo esto que me paso de una forma REALMENTE diferente.

Así que, en realidad es necesario olvidar todo aquello que nos dolió, recordar con tristeza a personas que no están, a obligarnos a responder a otras personas antes que a nosotros mismos o a compadecer cada aspecto "no grato" en nuestra vida?

No lo creo....

Creo que lo necesario es dar todo lo que somos, a llorar cada vez que lo necesitemos, a reír con tanta fuerza que las demás personas te vean y sonrían porque sienten que lo haces con sinceridad, pero sobre todo a amar, no solo a otros, sino a ti como ser humano y después a los demás... A los que te rodean y a aquellos que llegando a casa te reciben con con un movimiento eufórico de la cola o solo te ven feo porque no les dejas de comer (y me refiero a mascotas no ha hermanos ni nada por el estilo xD)